(Relato) Hécate, diosa hechicera y señora de los fantasmas con una historia por contar
En Grecia, Hécate recibía de vez en cuando a Medea, hija de Eetes, para formarla como hechicera, aunque no tenía una escuela de enseñanza al uso. La diosa recibía a quien ella consideraba que tenía las cualidades necesarias para poder aprender las artes oscuras porque no todo el mundo poseía la fuerza interna que requería para practicarla. —Tienes que echar la cantidad justa de cada ingrediente. Si te pasas, la poción podría tener un efecto no deseado y podría perjudicarte a ti también. Y si te quedas corta puede quedar inservible y ponerte en peligro—dijo Hécate mientras se acercaba a la mesa donde estaban los ingredientes—. Por cierto, he corregido tu conjuro en la tablilla. Todavía no tienes el poder de dirigir el hechizo a la persona objetivo cuando lo pronuncias, así que tienes que concretarlo bien si no quieres matar a media humanidad. —De acuerdo—Medea se mostraba bastante interesada en el aprendizaje que estaba recibiendo.— Estoy muy emocionada por aprender a hacer mi primer